Los espléndidos techos artesonados originales y las paredes con auténticos frescos del s. XIX hacen que nuestras suites sean absolutamente únicas.
Algunas de ellas gozan de unas románticas vistas de la plaza de Santa Maria Novella y de su basílica.
Las paredes pintadas de color rosa y gris, acabadas con espátula para lograr un efecto matérico, y el parqué de preciada madera rojiza crean un ambiente relajante y luminoso, que resalta las piezas de diseño originales y los característicos armarios realizados a medida.
Una agradable zona de relax y un espacio de trabajo con escritorio hacen todavía más cómodas estas habitaciones dedicadas a los huéspedes más exigentes.
De igual nivel son los baños, con bañera o cabina de ducha, revestidos con materiales de calidad, como el mármol de Calacatta y el terrazo.